Empaque con mezclas de gases que contienen: Nitrógeno, oxígeno, CO2, o monóxido de carbono.
Mantiene el color y la textura.
Se alarga la vida del producto.
La oxidación de las grasas se ralentiza.
Se frena el desarrollo de microorganismos.
Menor necesidad de conservantes y aditivos químicos.
Retraso en el enmohecimiento.
Elimina e inhibe el crecimiento de insectos en todas sus etapas (huevos, larvas y adultos).